La tarde parece caprichosa como tu alma. El lucero que brilla està en mi ojos y es mi llanto. La voz del mundo crece como panal a mis oidos, cuando por mi ya es tan sabido que yo ya te he perdido, desde que habíamos comenzado, quizás fuí yo la osada... pretender a quién no tiene un corazón enamorado . Yo me quedo con mi tristeza y mi melancolía . ¿y tu?...la misma y simple solitaria vida.
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